sábado, 7 de marzo de 2015

Más acerca de…Historia

El dejar atrás la utilización de la piedra como materia prima natural, dio pie al uso de nuevos materiales para la fabricación de herramientas que le permitieran sobrevivir en un ambiente en el que la desventaja la tenía el hombre.
Así, en el período neolítico, se comienza a explotar el oro y el bronce, aunque su método era la forja de metal, pero posteriormente se comprendió que el cobre se podía quebrar con los golpes, y que se podía fundir al calentarse, dando lugar al desarrollo de la fusión de los metales, los cuales además, se podían vaciar en moldes, solidificándose al enfriarse, así, encontraron que había diferentes procesos para la conformación de los metales, dando paso al nacimiento de la metalurgia.
El trabajo del cobre y el bronce se dio aproximadamente entre los años 5 mil y 3 mil a.C en Asia occidental y en la costa del Mediterráneo.
Así, también se puede ver que parte de los objetos fabricados por lo egipcios eran aleaciones de cobre con estaño, arsénico, oro y plata.
Las culturas prehispánicas del nuevo mundo trabajaron el oro y el cobre con gran maestría, pero debido a que el conocimiento sobre ellos no era tan amplio, sus trabajos se limitaban a ser objetos de adorno. Así, se trabajaron variedad de técnicas con esos y otros metales en Colombia y Ecuador: fundido, fundición en molde a la cera perdida, forjado y laminación. Estas culturas pueden reducirse a los siguientes grupos: Quimbaya, Muisca, Guane, Tairona Tumaco, San Agustín, Tierradentro, Calima, Tolim, cada uno tenía técnicas preferidas, pero la más usada fue la fundición a la cera perdida, la tumbaga y el caraolí. 
Desde esta época de las culturas que habitaban Mesopotamia y Egipto se conocen dos métodos de fundición a la cera perdida, el directo y el indirecto. Posteriormente llegó la combinación de la cera perdida y en hueco, perfeccionando la fundición con moldes, ésta se consigue con un modelo de cera con alma interna de arcilla llamado “macho”, sujetada con clavos; posteriormente en el quemado de la cera, el macho se endurece, dejando un vacío en el medio, entre el macho y el molde exterior, permitiendo el ahorro de materiales.
La fundición a la cera perdida no ha tenido grandes cambios desde sus comienzos hasta la actualidad y sigue siendo uno de los mejores métodos de fundición de bronce. Existen, desde los siglos XVII y XIX, otros dos métodos alternativos para el vaciado en metal: el moldeado en arena y la galvanoplastia.
Situándonos en Colombia, en el siglo XIX, la Escuela de Artes y Oficios de Medellín, fundada en 1864, impulsó la industria de productos metálicos y la fundición específicamente, pues se fabricaron máquinas para hacer municiones, pero las mayores fundiciones aparecieron después de 1880.
Fue en 1926, con la clausura de la ferrería de Amagá cuando la siderurgia decayó, pero la fundición tuvo un mayor auge con la producción de piezas, ya que anteriormente se buscaba la obtención del hierro maleable.





Troncoso C., J. Historia de la fundición. Universidad Nacional sede Medellín

No hay comentarios:

Publicar un comentario